España se plantó el 10 de agosto en el Forum de Inglewood, la mítica cancha de los Lakers, con los deberes cumplidos. Días antes habían derrotado a la Yugoslavia de los hermanos Petrovic en semifinales y la medalla estaba asegurada. Sólo quedaba apelar a la heroica y ganar a una selección que en la fase previa les había superado ampliamente. No hubo milagro, pero la machada estaba hecha.
El técnico Bobby Knight, toda una leyenda del baloncesto universitario, dirigía a un grupo de jugadores en el que sobresalían Michael Jordan, Patrick Ewing y Chris Mullin. Todavía no eran profesionales, pero ya llamaban a las puertas de la NBA. Posteriormente se convirtieron en estrellas de la mejor liga del Mundo.
EE.UU. no dio opción a España aquel día y se impuso por un contundente 96-65, con Jordan como máximo anotador del encuentro con 20 puntos. En la selección el que más puntos consiguió fue Andrés Jiménez con 16, seguido del malogrado Fernando Martín, que anotó 14.
Pese a haber caído derrotada en el último encuentro, la selección dirigida por Antonio Díaz Miguel se marchó de tierras estadounidenses con una plata que sabía a oro, debido a la gran superioridad de Estados Unidos, que terminó el campeonato sin haber perdido ni un solo encuentro.
España había quedado encuadrada en el grupo B de los Juegos. Acabó segunda tras los insuperables norteamericanos, que arrasaron en todos sus partidos. Los nuestros ganaron a Canadá (83-82), Uruguay (107-90), Francia (97-82) y China (103-82), pero perdieron 68-101 ante los locales.
En cuartos España se midió a Australia, a la que superaron por 101-93. La siempre potente Yugoslavia fue el rival en semifinales. La gran estrella de los balcánicos era el malogrado Drazen Petrovic, que anotó 16 puntos, pero que poco pudo hacer ante el combinado nacional.
Los integrantes de la selección que consiguió la medalla de plata fueron los siguientes: Juan Antonio Corbalán, Ignacio Solozábal y José Luis Llorente (bases), Josep María Margall, Juan Antonio San Epifanio (Epi), Juan Manuel López Iturriaga y José Manuel Beirán (aleros), Andrés Jiménez y Fernando Arcega (ala-pivots) y Fernando Martín, Fernando Romay y Juan Domingo De la Cruz (pívots).
Una plata que se repitió 24 años después
El 10 de agosto del 84 los actuales integrantes del combinado nacional eran muy pequeños como para recordar aquella gesta. Ricky, Rudy y Marc Gasol ni siquiera habían nacido. Sin embargo, en 2008 ellos formaban parte de la selección que igualó aquella plata. El camino de ambos equipos fue similar, ya que ambos perdieron en la final ante Estados Unidos pero los actuales campeones del Mundo lo hicieron ante una selección yankee formada por los mejores jugadores de la NBA.
Los tiempos son diferentes, pero no debemos olvidar la importancia de aquella medalla de plata, porque aunque haya pasado ya un cuarto de siglo se trata de uno de los momentos más brillantes de nuestro deporte.
Fuente: Marca.com
0 comentarios:
Publicar un comentario